Si la Inspección fiscal quiere interrogar a empleados o directivos, debe citarlos previamente.
No caiga en la rutina de amortizar sus activos siempre de forma lineal.
Recuerde los plazos de aplazamiento que suele conceder Hacienda.
Verifique cómo está redactado su testamento.
Si sufre algún robo o estafa, compute pérdida en su IRPF.
Vaya con cuidado con los importes que consigna en sus ofertas comerciales…